Julio Rojas es el guionista de cine más importante en Chile. Tuve la oportunidad de conocerlo, junto a Miguel Machalski, Valentín Fernández-Tubau, Michel Marx…entre otros muchos fenómenos de la naturaleza, durante un maravilloso curso de introducción al guión cinematográfico en la ciudad de Córdoba. Allí se vivieron momentos fantásticos, con gente creativa y excepcional de varios lugares del mundo, una experiencia digna de vivir entre frikis de la creatividad. Entre las conferencias que hubo a lo largo de la semana, una de ellas fue a cargo de Julio, un guionista y director de cine excepcional. Su aura respira misticismo y cada vez que te cuenta alguna cosa, siempre muy interesante y didáctica, se conecta directamente con el universo; con un hilo de voz sensible y preciso, ahonda como nadie entre los sentimientos y las emociones, que son sin duda, la base más importante de cualquier buena historia. Autor de «Los debutantes», «Sábado», «Mi mejor enemigo» ( nominado a los premios Goya 2006-2007) y «En la cama», entre otras. Ahora se dedica a filmar espacios públicos, sin autorización previa, con los recursos que se tienen a mano, sea una cámara, sea un celular. Su proyecto se llama: «Filma y corre» donde todo sirve. Una nueva propuesta, una nueva forma de hacer no solo en Chile, sino también en nuestro país, donde ya hay varios proyectos de ese tipo. Sobre el nacimiento de Film&run, se expone aquí una entrevista que el portal abcguionistas hizó a Julio este verano.
Julio Rojas - guionista y director de cine.
– ¿Qué es Filma y Corre: una teoría tipo Dogma, una declaración de principios o un juego que se escapó de las manos?
Todas las anteriores. Un movimiento que se fundamenta en la imperiosa necesidad de influir y desarrollar un acto artístico (cinematográfico) en el espacio publico, apropiarse de la realidad con todos sus matices y su ausencia de control, poner tus actores en la realidad, sin restricciones de locación, y huir si la autoridad no te deja filmar. La huida es realmente una metáfora un poco infantil de no enfrentar las responsabilidades por donde debe transitar todo director. Es una declaración de que cada escena es única, y que la película Filma y Corre es una recolección de elementos donde importa mas el fondo que el cómo y el con qué. Es una protesta controlada. Y es una reacción natural a la industria, donde solo algunos privilegiados pueden acceder a hacer cine. Es democratizar el ejercicio del cineasta y abrir un plan B para los que no quieren esperar. Es utilizar Internet como gran medio de distribución y a la tecnología barata inundándolo todo para hacer lo que todo el mundo sueña con hacer: una película.
– ¿Qué significado tiene el proyecto Filma y Corre?
Es básicamente una propuesta de libertad creativa y al mismo tiempo un modelo de producción muy barato que se basa en usar los espacios públicos, la gente real, las locaciones reales, meter en ellos actores, filmarlos desde la cámara de un móvil, de tu cámara digital, o desde el formato que quieras, realizar una escena antes que alguien de la autoridad llegue a impedírtelo y correr a tu casa para armar tu largo. En definitiva, concebir la realidad como un gran plató, como un set gratuito donde no hay que pagar para filmar tu narración, donde lo único que importa es si tu historia es una buena historia y está bien filmada.
– ¿Cómo surgió la idea de crear este concepto?
Fui observador de una discusión en un centro comercial y la gente tomó partido en ella. Una escena que me dio la idea de intervenir los espacios públicos, porque ellos podrían haber sido perfectamente actores infiltrados. Y ¿no lo somos de alguna manera?, ¿el cine no ha infiltrado nuestras acciones, nuestra manera de vincularnos? Entonces, si la vida copia al cine, entonces filmemos la vida.
– ¿Cuáles son sus preceptos?
La filosofía del Filma y Corre, que se puede encontrar en el blog (www.filmaycorre.blogspot.com), pueden resumirse en 4 reglas básicas: Todas las escenas son en exteriores o interiores reales (no hay sets); el mínimo de gente sabe que se esta rodando una escena, la mayoría no tiene idea de lo que pasa, el público debe interaccionar con la película sin saberlo, este es el punto mas importante del Film & Run, la intervención de la realidad y la impredectibilidad del momento, por eso en el Film&Run no hay guiones con diálogos predefinidos, solo hay patrones genéricos de diálogos, pautas narrativas flexibles. No hay lugares prohibidos, para eso se corre cuando llega la autoridad; y todo formato vale, desde grabar de la cámara de un móvil hasta una cámara de video portátil, el formato no importa, la narración sí.
– ¿Ya hay algún proyecto que conozca basado en estos principios?
Hay al menos 20 filmandrunner desarrollando proyectos en diversas etapas. Desde grabar en un tren en movimiento hasta usar los baños de restaurantes para contar un largo en set reales, con un par de actores y con toda la realidad apoyándote.
– ¿Imaginó que esta idea podía alcanzar tal revuelo?
Jamás. Fue solo un juego que se salió de control, un virus de laboratorio que mutó y se disemina. Una pandemia no esperada. Como toda infección, puede que se detenga en una semana o se convierta en un genero audiovisual que llego para quedarse. Nadie puede saberlo. Ahora unos tipos se acercaron con la idea de hacer un festival mundial Film & Run en Internet. Por supuesto que acepté. Yo no soy el dueño del Filma y Corre. Yo solo le puse un nombre y un par de reglas, porque si algo no tiene nombre, no existe.
– ¿Qué tipo de personas y de qué países han demostrado interés en Filma y Corre?
Esto es lo interesante: personas que no son necesariamente cineastas, pero que siempre quisieron serlo. Desde estudiantes de literatura en la universidad de Osaka, pasando por periodistas de Barcelona, mochileros mexicanos, un dependiente de un blockbuster en Los Angeles, hasta directores prestigiados como Matías Bize, que acaba de filmar un Filma y Corre desde su celular, y todos parecen entusiasmados con esta revolución liberadora que te saca problemas de encima y orienta toda tu energía en el proceso creativo.
– ¿Y por qué crees tú que ha ido creciendo el interés en Filma y corre?
Porque cada uno de nosotros creció en un universo dominado por la imagen y la narración y uno piensa en películas. Así se codifica el mundo. Y si sumas a esto la tecnología digital barata, tenemos millones de potenciales cineastas que podrían hacer su película «en serio».
– ¿Se puede hacer un largometraje con este modelo?
De hecho esa es la meta. Un largo. No hacer un corto voyerista y efectista. La meta es hacer una colección coherente de 60 situaciones Film & Run, pasarlas al computador, editarlas y subir tu largo a Internet. Ese es la verdadero desafío, eso es enfrentarse a la industria. Es decir: ‘Hola. Soy Juan Pérez, vivo en una parte perdida de la Patagonia… ¿quieres ver mi película?’.
– ¿No ha pensado en realizar algún proyecto de este tipo?
Estoy terminando un guión que se llama «Espacios públicos» donde cada escena es Film&Run. Eso no quiere decir que todos sean exteriores. Las escenas interiores del Filma y Corre son en lugares reales, y en situaciones reales. Esto quiere decir que si alguien quiere rodar una escena donde los personajes discuten mientras almuerzan donde su madre, de verdad será en la casa de la madre de alguno de ellos, en un almuerzo real. Y si la abuelita no se entera, y esta sentada en la mesa, mejor aun. Incluso, si alguien mira a la cámara, ¿qué importa? Es Film&run. No es cine.
© T.G. / abc guionistas
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