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Archivo de la categoría: Etapas de un guión

El eje del personaje

“eje del personaje”: aquello que lo motiva por encima de todo.

A lo largo de mi vida he trabajado en muchísimas cosas: de planchista, de mecánico, de camarero, de ebanista, en fábricas dedicadas al mundo textil o del cartón, he vendido seguros, he cantado en orquestas o fabricado objetos de vidrio entre otras muchas cosas, hasta que decidí estudiar una carrera. Actualmente me dedico al mundo social, soy educador en un Centro de menores. Me doy cuenta que para desarrollar bien cualquier profesión hace falta la máxima implicación, solo así uno es capaz de desarrollar con dignidad lo que está haciendo. Ahora soy padre, para los que no lo sean solo decirles que es uno de los máximos retos con que me he enfrentado y en la línea de lo anteriormente mencionado, la implicación ha de ser máxima para llegar a ser bueno y además disfrutar de ello. Es maravilloso y mágico ver crecer a tu hijo, es una escuela llena de emociones y sentimientos que te enseña algo muy difícil de describir. Creo que escribir es lo mismo, pide constancia e implicación a diario, solo así se entiende cómo expresar ideas a través de la escritura, por lo que ahora vuelvo a arañar tiempo para hacerlo.

Os quiero hablar del “eje del personaje”, aquello que lo motiva por encima de todo. Ahora mi eje es: ser un buen padre; para Woody en «Toy Story» es: agradar a Andy; para Michael Corleone: agradar a su padre; para Wall-E: encontrar el amor. Por encima de los defectos o virtudes de cada personaje predomina un eje que los guía a través del camino. Siempre existen condicionantes y algo que los hace diferentes aunque la clave está en partir desde ese eje para ver hacia donde nos llevan.

Ahora mismo estoy desarrollando los personajes de: “Proyecto Hypnoss”, mi primer guión cinematográfico. He vuelto a las andadas y vuelvo a reescribirlo, estoy muy contento porque me he dado cuenta que solo reescribiendo soy capaz de ver los verdaderos matices de las historias que nos gusta contar.

 

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Tercera etapa: El rechazo de la llamada

No estás hecha para esto, Joan, y tú lo sabes. Es lo que le dice su agente literaria a Joan Wilder en Tras el corazón verde antes de que emprenda su aventura en Colombia. ¿Cómo responde nuestro héroe a la llamada de la aventura? Nos ponemos en su situación, pasamos un mal trago con él, se trata de algo amenazador, perturbador, que lo sitúa en el mismo umbral del miedo. Es un momento peligroso y emocionante, lleno de dudas que le obligan a rechazar la llamada, al menos por el momento. Es un alto en el camino. Resulta de interés recalcar que la aventura es sin duda arriesgada, que comporta una serie de riesgos, que está repleta de peligros donde incluso nuestro héroe podría perder la vida. Aquí examinará su búsqueda personal y definirá sus nuevos objetivos, su agente no estaba nada equivocada en este caso.

Evitar, rechazar o dar un montón de excusas es normal en las primeras decisiones de nuestro héroe. Tienen que ver con amargas experiencias pasadas que se deben superar, como la muerte de un familiar o un amigo. Se trata de una apuesta arriesgada y la reticencia a cruzar ese nuevo umbral. De vez en cuando, la historia se estructura al contrario, y el rechazo a la llamada se hace tan necesario como atractiva, como en el caso de los tres cerditos, nadie abre la puerta al lobo feroz. Es resistirse a tomar un trago del cáliz equivocado pese a poder obtener la inmortalidad, como el Dr. Jones en Indiana Jones y la última cruzada, aunque finalmente se verá obligado a probar fortuna por la vida de su padre que está a punto de morir.

Una parada momentánea, un breve espacio de tiempo dedicado a la contemplación donde el héroe se retira del mundo para desarrollar el arte de la soledad. Es la dulce e insistente melodía de las sirenas que tratan de arrastrar a Ulises y su tripulación hacia las temibles rocas.

Unos expresan miedo, desconcierto, rechazo y otros ni titubean, depende del carácter de nuestro héroe. Dispuestos como Brubaker en la prisión estatal de Arkansas; curiosos como Alicia en el País de las Maravillas; engañado como el autor de teatro Jack Driscoll embarcado hacia la isla de la Calavera en King-Kong; con miedo como cuando Jim, caminando por una Londres totalmente desolada, descubre que está rodeado de zombis en 28 días después.

Los guardianes del Umbral están cerca. Son portadores de malas noticias y advierten al héroe sobre los peligros y consecuencias de cruzar el umbral, son el miedo y la duda, severas advertencias que ponen a prueba el grado de determinación del héroe. Son los perros que protegen y allanan el camino a Janosz Poha, el mismo Goser el Gozeriano en  Cazafantasmas 2.

La puerta secreta será inevitablemente atravesada por nuestro héroe, quiera o no quiera, violará sus límites y asumirá todas sus consecuencias. La curiosidad humana es un impulso incontenible que nos lleva a lugares secretos como la habitación prohibida de la casa del Profesor Kirkea, donde los cuatro hermanos Pevensie llegan hasta un mundo increíble a través de un armario en El león, la bruja y el armario.

Próxima parada: El encuentro con el mentor.

 
 

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Segunda etapa: La llamada de la aventura

No hay vuelta atrás, la aventura ha comenzado. Las semillas del cambio ya están plantadas. Una nueva y desconocida energía hará que nuestra historia eche a rodar: la llamada de la aventura.

“¡Es el dinero, la fama, la aventura! ¡La emoción de toda una vida! ¿(…)y un largo viaje por mar que se inicia mañana a las seis de la mañana!” Así describen la llamada de la aventura los guionistas James Creelman y Ruth Rose en King Kong.

Es el catalizador, detonante o desencadenante. Un mensaje o un mensajero, un telegrama…

Las imágenes obsesivas de Roy Neary en Encuentros en la tercera fase. El encarcelamiento de Andy Dufresne, un banquero joven y exitoso cuya vida cambia drásticamente cuando es encarcelado por unos asesinatos que jamás cometió en Cadena Perpetua. Es la contratación de Indiana Jones por parte del gobierno de los Estados Unidos para encontrar la Arca de la Alianza.

La sincronización. Una cadena de accidentes o coincidencias que provocan un cambio. Un claro ejemplo son las películas de misterio al estilo Hichcock o cualquiera de zombis, un accidente une a una serie de gente y los lleva de la mano hacia un mismo destino.

La tentación. La publicidad de una empresa de vacaciones virtuales (MemoryCall) que ofrece la oportunidad de materializar a Doug Quaid su sueño de ir a Marte en Desafío total. Los cientos de millones de dólares que quiere robar Danny Ocean de tres casinos de las Vegas  en Ocean’s Eleven. Los cantos de sirena que oye Ulises, la perdición de los marineros.

El Heraldo. Quizás un día empiece una sección dedicada a los arquetipos, un tema realmente apasionante. El heraldo es el mensajero o el mensaje antes mencionado. El que entrega el paquete de la aventura. Es la invitación al mundo especial, es hora de hacer frente a lo desconocido. En algunas narraciones el heraldo es a la vez un mentor que avisa de lo peligroso de mantenerse en el mundo ordinario, aunque el héroe no sea capaz de verlo, también podría tentarlo directamente a desafiar el peligro. El heraldo lleva una máscara, no sabemos si es un amigo o un enemigo. Aquí se plantean ofertas muy interesantes y ambiguas. No todos los heraldos son como Obi-Wan Kenobi.

El reconocimiento. Los nueve Nazgûl que surgieron de las entrañas de Mordor en forma de jinetes en dirección a La Comarca para encontrar a Frodo Bolsón y el anillo único de poder es la llamada de la aventura del Señor de los anillos.

Desorientación. Incomodidad, desconcierto en nuestro protagonista, se mantiene inestable. Un tren que abandona nuestra ciudad y sugiere el inicio de un largo viaje. Nos aproximamos a la próxima estación y esta anticipa cambios importantes.

La carencia. La pérdida de la última chispa en al clan de los Ulam: En busca del fuego. La enfermedad terminal de Edward Cole y Carter Chambers en Ahora o nunca. El rapto del hijo de Tom Mullen en Rescate.

Sin opciones. Nuestro protagonista no tiene otra opción. John Rambo es excarcelado con la condición de volver a Vietnam para rescatar a prisioneros de guerra en Rambo. Las seis personas que aparecen encerradas en un complejo laberinto de habitaciones cúbicas y que no no tienen otro remedio que avanzar hacia varias trampas mortales en Cube.

Advertencias espantosas. Cuando hablamos de tragedias.  Es el típico: ¡Vamos a morir todos! Es el loco del embarcadero que advierte a Queequeg que el capitán Ahab los lleva a una muerte segura en Moby Dick.

Una misma historia puede presentar más de una llamada a la aventura. Cuando Joan Wilder recibe una llamada telefónica que le dice que han raptado a su hermana en Colombia, en la misma escena, descubrimos un sobre que le ha enviado el marido de su hermana con el mapa del tesoro de una mina en Tras el corazón verde.

Ahora la suerte está echada. Toca que nuestro protagonista reciba la llamada de la aventura en su fuero interno. Muchas veces esa llamada comporta la responsabilidad y eso no gusta demasiado a nuestro héroe. Estaremos en la obligación de empujarlo, tentarlo o directamente forzarlosa a implicarse en la aventura aunque se muestre reticente. Es el propósito de nuestra historia, es el resurgir de una nueva persona que de momento se resiste a salir. Pero eso amigos será en la próxima entrega: El rechazo de la llamada.

 
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Publicado por en marzo 5, 2010 en Artículos, Etapas de un guión, General, Guión

 

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